
Se trata de la historia de dos hermanas/hermanastras adoptadas ambas, y cada una ha llevado un rumbo diferente en su vida. Una se casó con un hombre rico y ha estado viviendo en el lujo (Jasmine, la protagonista), y la otra es una 'choni' que vive en un barrio humilde, trabaja de cajera en un supermercado, está separada, tiene dos hijos, uno gordito, y se lía con un mecánico.
Allen nos muestra las paradojas, los contrastes de los dos mundos, y nos lleva a meditar sobre la vida. Jasmine, también con un hijo, se casó con un estafador de estafas piramidales... que se suicidó en la cárcel... y es por lo que decide trasladarse a vivir con su hermana, porque no tiene ni para pagar una pensión en el peor barrio de Nueva York. La hermana la acoge en su casa de San Francisco... y a partir de ahí se inicia la historia, plagada de flash backs, técnicamente perfecta, bien pulida, bien ambientada, bien interpretada... pero a parte de que es una historia presente de un tema coetáneo y que dá que pensar, tampoco tiene nada más.
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