Parece mentira que Antena 3 –tan responsable como parece ser, y tan implicada, a través de su espacio «Ponle Freno», con la seguridad vial– se haya implicado en este proyecto cinematográfico en el que todos conducen moto sin casco (dando un mal ejemplo), en este tiempo en el que ya fumar está mal visto en el cine y en el que hasta a algunos héroes del cómic se les ha cambiado el inconfundible pitillo por una brizna de hierba.
Tras el chascarrillo anecdótico del 'mal ejemplo' brindado por esta imágen inicial, seguramente hecha a drede para que se vea la cara de los protagonistas –pero recordemos que Shakira fue multada hace poco en Barcelona por ir sin casco en moto en el rodaje de un videoclip (si en esta peli se ponen a multar se queda la productora sin presupuesto)–, vamos a hablar de la película. 3MSC (Tres metros sobre el cielo), frase clave en la película, ofrece una imagen brutal de una sociedad que esperemos no exista o no sea real, en la que un Mario Casas 'barriobajero' (que se mete en peleas, grescas, broncas y demás) triunfa por su club de fans y por enseñar torso, mientras ella triunfa por enseñar las bragas.
El 'éxito de taquilla' asegurado por un best seller, aliñado con protagonistas de Física ó Química y Los Hombres de Paco, da un muy mal ejemplo a la sociedad. Los hombres parece trogloditas o cavernícolas en donde triunfan los más brutotes y soeces, y las mujeres pierden todos los derechos de igualdad ganados en las últimas décadas al ser escenificadas como 'paquetes' que se llevan tras la moto y a las que se 'compra' ... porque no se puede decir que se las conquiste como caballeros.
Una escena que lo dice todo: él (Mario Casas), pandillero-motero enseña tableta de chocolate, se cuela en una fiesta con sus amigotes, y no sólo mienten para entrar, sino que se cuelan con descaro, arramblando con todo, y una vez dentro no se conforman con unos cubatas sino que su mejor colega se dedica a robar en los bolsos de las invitadas de forma descarada y soez y sin embargo la película lo muestra como un héroe (al ladrón). Tras mangar los 50 euros de 'paga' de la semana de la protagonista el amigo de Mario, Mario (Hugo o 'Hache' en el film) se mete en una gresca y destroza todo lo que pilla por medio, agrede a la gente, rompe narices, tira a la invitada a la piscina... y encima como si fuese el héroe guapo y genial. Se cree muy machote y para ligar con Babi (María Valverde) la insulta llamándola 'fea' desde su moto con la que se cree el rey de la ciudad circulando sin repetar las normas de tráfico (aunque la verdad es que no respeta norma social, cívica, ciudadana o moral alguna a lo largo de todo el film). Luego replica que la tía se va a colar por sus huesos y que se la va a ligar, como dando a entender que lo que las mujeres quieren es ser insultadas, denostadas, tratadas como un objeto... en fin, sin comentarios... Nunca había visto algo tan chabacano.
Eso sí, los fans hacen cola en los cines para ver a los 'protas' desnudos y follando –que es lo que seguramente 'vende' del film-, que esperemos ninguno de nuestros hijos tome de ejemplo pues terminarán en la cárcel o muertos... y pegando a sus padres y maestros... porque lo que este film viene a reflejar es la total ausencia de valores...
En fin, viendo la película no ví a dos jóvenes del siglo XXI sino creí que estaba en la prehistoria viendo a un hombre de las cavernas (Mario Casas) con un garrote para llevarse a la hembra que él elija a la cueva.
