jueves, 1 de noviembre de 2018

Christopher Robin

El niño Christopher Robin ha crecido, y ya no juega con los peluches Winnie the Poo, Tiger, Igor... se dedica a trabajar, trabajar, trabajar, para mantener a su mujer e hija.
 Íba a calificarla de mala y de tostón –no me han acabado de gustar las pelis de Winnie The Poo–, pero se salva al final (SPOILER/ DESTRIPO LA PELI) con el mensaje que nos da de que lo importante es vivir, la felicidad, disfrutar de la familia, ver a los hijos crecer, y disponer aunque sea del fin de semana para los tuyos (y no para el jefe del trabajo). Y mensaje bueno 2 para Pedro Sánchez y Casado y la CEOE: la clase trabajadora necesita tener un sueldo digno(y vacaciones) para poder consumir, gastar dinero, y que la economía capitalista funcione.

No hay comentarios:

Publicar un comentario