domingo, 29 de abril de 2018

El buen maestro

E. García

Esto me pasó a mi en alguna que otra ocasión: estar hablando y meter la pata, porque igual estaba hablando de algo o de alguien y de repente ese alguien está detrás de mí sin que me de cuenta... o el algo del que hablo es inadecuado.
Aquí, al profesor de un ilustre instituto del centro de París al que van alumnos de clase alta y de grandes posibles, está en la firma de libros de su padre (que es escritor) y de repente suelta una de esas ideas... diciendo que la culpa de que los institutos del extraradio o afueras de París estén tan mal es por el bajo nivel de los profesores.  Una mujer que está detrás de él se dá la casualidad que trabaja en el Ministerio de Enseñanza... y le propone a él llevar a cabo su sugerencia: y le trasladan a uno de esos institutos del extra-radio de París en donde tendrá que lidiar con todo tipo de inmigrantes en un aula multicultural y multiétnica en donde tendrá que poner órden y hacer que los alumnos se interesen por las materias.

Genial *** (pero sólo para gente culta, los que prefieran pelis de tiros o de risas y no tan filosóficas, les puede resultar un tostón

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