
Emilio García Ranz / Steven Spielberg dirige esta preciosa película que nos acercó a un mundo de principios del pasado siglo y a otra forma de vivir. Un campesino que se enamora de un caballo y lo compra hipotecando su granja, ante el enfado de su mujer; un hijo que se enamora del caballo y promete a su madre que sembrarán y cosecharán unos terrenos de pedregal hasta entonces nunca sembrados, para poder pagar el caballo, y de repente estalla la Guerra Mundial contra Alemania y el padre vende, tras perder la cosecha, el caballo a un general.
El hijo promete al caballo que tarde o temprano se volverán a encontrar, y empieza aquí una lacrimóge na historia que nos muestra el valor de una amistad, el honor, la lealtad entre un hombre y un caballo.
Yo la ví la pasada semana en Santa María del Páramo (en León esta historia de dos horas ocupaba mucho las salas a las que hay que dar más entrada y salida de público, aunque se les eche bazofia, por lo que duró poco en cartel).
***PRECIOSA. NO SE LA PIERDA
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