viernes, 12 de enero de 2018

Ferdinand

El toro Ferdinand es grande, grande... enorme... tanto que impone. Pero al igual que pasa con la gente, ser grande no significa ser brutote o mala persona. Y este toro de lídia, al que muchos por su tamaño temen, es una buena persona, amigo de una niñita.

Ferdinand plantea el dilema del absurdo de las plazas de toros y de las corridas taurinas, denunciando la vida de estos animales que viven engañados con triunfar... cuando van al matadero... o al matadero.
Sin embargo la peli está bien hecha que conozco a taurinos a los que les ha gustado y no han visto la crítica que ví yo a lo absurdo de la tauromaquia.

Instructiva y a la par entretenida

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