
Emilio García Ranz / León.-
Todos crecimos –los que tenemos ahora treinta y tantos años– viendo en los cines aquella otra película de un niño que se hacía amigo de una orca... Años después (este 2011) podemos llevar a nuestros hijos a ver este ‘¿remake?’ en el que lo que cambia es una orca por un delfín herido que se encuentra un pescador y un jóven (el protagonista) herido (enganchado a unas redes) en la playa.
Llevado al centro de recuperación u hospital de animales la delfin no come si no está al lado del niño que la encontró varada, por lo que se establece una emotiva relacción de amistad entre niño y delfín...
Normal (ni super buena ni mala), y apta para todos los públicos.
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